El gobierno de Australia lanzó recientemente un documento llamado «Respect, Connect, Enact. A Reconciliation action plan for early childhood australia, 2012 – 2016» (Respetar, conectar, representar. Un plan de reconciliación para la primera infancia en Australia).
El propósito de este documento es establecer un plan para lograr que desde la primera infancia se trabaje la reconciliación entre pueblos, entendida como un proceso de transformación entre las personas indígenas y la comunidad australiana general. Esta transformación busca un cambio desde la ignorancia y el racismo hacia el respeto, desde la inequidad y el prejuicio hacia la justicia, y desde la pasividad y el miedo hacia la esperanza.
El proceso de reconciliación comienza reconociendo que los indígenas autralianos (aborígenes y personas de las islas Torres Strait) fueron los duenos originales de las tierras australianas, y su cultura ha dejado un legado muy valioso a los demás habitantes del país. Para lograr la reconciliación se considera además necesario el arrepentimiento por parte de los australianos no indígenas por las pérdidas causadas, tanto de familiares, de tierras, derechos de aguas, idiomas e identidad cultural, como resultado de la colonización.
El plan de acción para lograr la reconciliación se divide en cuatro partes:
1. Relaciones: Crear relaciones con las organizaciones indígeneas y sus líderes, apoyar la participación activa de estas organizaciones en la elaboración de políticas nacionales.
2. Respeto: Respetar las comunidades indígenas y los ancianos pertenecientes a ellas, desarrollar «competencia cultural» entre los equipos de trabajo y en todo el campo de educación preescolar, promover la reconciliación a través de las publicaciones, reconocer y valorar las maneras de ser y actuar de las personas indígenas, incorporar pedagogías y estrategias de aprendizaje propias de las comunidades indígenas, apoyar un cambio constitucional que asegure que todos los ciudadanos sean tratados de la misma manera.
3. Oportunidades: Apoyar las políticas públicas que busquen la inclusión y el bienestar de las comunidades indígenas, desarrollar servicios de educación preescolar más diversos culturalmente, mejorar las prácticas laborales para aumentar las oportunidades, apoyar el desarrollo económico de las comunidades.
4. Seguimiento y reporte: demostrar el compromiso y compratir el documento con las personas relacionadas con las instituciones de educación preescolar. Monitorear constantemente el cumplimiento del compromiso y elaborar un reporte anual para comunicar los resultados.
Ojalá esta iniciativa sea considerada también por otros gobiernos, con el objetivo de fomentar una reconciliación entre los pueblos y una educación para la tolerancia, el respeto y la inclusión desde la primera infancia.