Cada cultura tiene y ha tenido diferentes maneras de ver el mundo, de conocerlo y de situarse en él. Sin embargo, relaciones de poder y discursos dominantes de grupos particulares han buscado homogeneizar esta diversidad a través de la violencia u otras formas de opresión.
Desenmascarar estas relaciones de poder, adoptando una posición que busque la transformación de esta realidad es uno de los objetivos de la teoría postcolonial.
En Educación Inicial, varios autores han utilizado estas teorías para investigar cómo niños y profesionales han sido objeto de prácticas opresivas tanto en Australia, Asia, África como América Latina.
Por ejemplo, Radhika Viruru ha estudiado cómo la educación inicial en todo el mundo se ha visto influenciada por discursos occidentales sobre infancia y desarrollo, como por ejemplo las teorías de Piaget y Vygotsky que hablan de una progresión lineal, objetiva y universal del desarrollo de los niños. Estas teorías han sido rara vez desafiadas en otros contextos y tomadas como verdaderas sin dejar espacio a la ambiguedad o cuestionamiento.
El problema de tomar estas teorías como verdades absolutas es que no existe la posibilidad para nada más; cualquier otra manera de pensar sobre el desarrollo de los niños queda excluida. Pero las vidas de los niños alrededor del mundo son muy diferentes y poseen muchas dimensiones complejas que no pueden ser reducidas a una simple fórmula universal.
Otras formas de opresión que las ideas postcoloniales tratan de denunciar es la manera en que los discursos capitalistas han entrado a la escuela y jardines infantiles, considerándose cada vez más como normales, sin recibir crítica ni resistencia. Por ejemplo, las compañías privadas han ido tomando gradualmente el control de la educación en distintos países, ya sea porque los establecimientos son privados o porque existe cada vez más presencia de transnacionales (como Coca-Cola y McDonald’s) entregando ayuda financiera a las escuelas para recibir a cambio espacios de publicidad. Los útiles escolares, como libros de texto o cuadernos, traen publicidad en su interior y hacen múltiples referencias a productos comerciales. Esta es otra forma de dominación y colonialismo que rara vez es denunciada o criticada (McLaren y Farahmandpur, 2003).
Los discursos dominantes en educación inicial generalmente no están abiertos al diálogo con perspectivas que cuestionen estas realidades fundamentales, por lo que es importante leerlos desde una perspectiva crítica.
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