«No doy más»: El arte del auto-cuidado de las educadoras de párvulos

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Enero para muchas educadoras es el mes más pesado; el mes en el que sentimos todo el cansancio del año que pasó y esperamos con ansias esas merecidas vacaciones. YA NO DAMOS MÁS. Lamentablemente, el bienestar psicológico de las educadoras es un tema casi olvidado, muchas educadoras no sabemos cómo evitar el cansancio extremo y terminamos volviéndonos un poco locas. Me ha pasado. ¿Qué podemos hacer para evitar esta situación?

 

¿Por qué pasa esto?

El trabajo de educadora implica estar expuesta constantemente a factores de estrés. Las demandas emocionales y físicas, las relaciones con personas «difíciles» y las exigencias administrativas son los aspectos de la profesión que más contribuyen a la tensión física y psicológica de educadoras y técnicos. Además, la falta de reconocimiento social y valoración de la profesión hace que cueste más «creerse el cuento» y entender que nuestra labor es importante, lo que disminuye el bienestar general.  Al final, es el placer que genera el trabajo con los niños lo que compensa estas dificultades y hace que todo valga la pena.

¿Qué es el bienestar?

El bienestar personal tiene que ver con varias cosas. En primer lugar tiene que ver con las emociones. Estamos bien cuando nos sentimos bien, cuando experimentamos emociones positivas en nuestro lugar de trabajo y sentimos placer en lo que hacemos. En segundo lugar, el bienestar también tiene que ver con la sensación de autonomía, con sentirnos realizadas en nuestra profesión, saber que podemos expresar nuestras necesidades y cumplir con nuestras metas. El bienestar es algo subjetivo, depende de cada persona, y no se trata solo de la ausencia de factores negativos sino de la presencia de características positivas en nuestra vida.

Un estudio realizado en Estados Unidos con 418 educadoras reportó que ellas se sienten mejor y más profesionales cuando el lugar donde trabajan valora lo que hacen y el impacto que su trabajo tiene en la vida de los niños y sus familias. Al sentirse mejor, las educadoras disfrutan su trabajo, se comprometen y generan un ambiente más estimulante, entretenido y acogedor para los niños a su cargo. Es decir, el bienestar de las educadoras está íntimamente relacionado con el bienestar de los niños y niñas: Si los niños se sienten bien, las educadoras también, y viceversa  (Martin y colegas, 2010).

¿Cómo evitamos el cansancio extremo y fomentamos el bienestar?

Cuidarse a sí misma y dejar un tiempo del día para nosotras, en medio de tantas cosas que tenemos que hacer es realmente UN ARTE. Pero se puede lograr. Varias educadoras de párvulos han compartido en la web algunas estrategias de autocuidado que podemos practicar para evitar llegar al punto de «no dar más», ya sea durante un día muy ocupado o en la noche al finalizar el día. Aquí dejo un resumen de ellas:

Durante el día: 

  • Mantener en el escritorio o en la cartera algunas cosillas que nos inyecten energía como chocolate, barras de granola, bolsitas de un té que nos guste mucho.
  • ¿Tienes unos minutos? Sal de la sala o el ambiente en el que estés, respira aire fresco y cambia de escenario. Tómate un ratito de «mindfulness» y pon atención a tu respiración como una manera de centrarte a tí misma.

Al finalizar el día:

  • Libera tu creatividad: teje, dibuja, pinta, toca algún instrumento, prepara galletas o alguna cosa rica, canta.
  • Conéctate con otros: comparte proyectos con otras educadoras, llama a algún amigo o familiar, pasa tiempo con quienes quieres, regalonea con tu mascota.
  • Escucha música
  • Toma un baño
  • Lee
  • Mueve el cuerpo: corre, baila, practica yoga, camina.

Para cuando nos sentimos desanimadas:

  • Guarda las cartitas, dibujos, regalos de los niños y sus familias en una carpeta o una caja y recurre a ellos cuando te sientas triste o desanimada.
  • Ten un cuaderno en el que escribas frases que te inspiren.
  • Ten un cuaderno para escribir las cosas buenas que te han pasado en el día.
  • Desafía aquellos pensamientos negativos (¿Por qué me siento así? ¿Por qué eso está mal?)

¿Tienes más sugerencias para compartir?

Todos somos diferentes y no existe una sola manera de relajarse y sentirse bien. Es cosa de encontrar la propia y practicarla. Si estas sugerencias no ayudan y sigues sintiendo falta de energía, baja atención e irritabilidad por más de dos semanas, te recomendamos buscar ayuda externa de algún profesional de la salud.

Referencias

Martin, Meyer, Jones, Nelson & Ting (2010) Perceptions of professionalism among individuals in the child care field. Child and Youth  Care Forum, 39, 341-349.

Royer & Moreau (2015) A survey of Canadian Early Childhood Educators’ Psychological Wellbeing at Work. Early Childhood Education Journal, p. 1-12.

Imagen: Hug yo self (by Tyler Feder) Fuente: roaring-softly

3 comentarios en “«No doy más»: El arte del auto-cuidado de las educadoras de párvulos

  1. Karen Aravena Becerra dijo:

    Muchas gracias por la información, ideal se la puedan hacer llegar a quienes tienen vos y voto, los políticos, lamentablemente no es como en Cuba que se considera y trabaja con cada opinión de Educadoras de aula, donde ahí es la realidad no detrás de un escritorio, cuando quisiera hubiese un solo lineamientos para enriquecer nuestra educación, lo mismo en jardines particulares y estatales, colegio particular, escuela municipales y subencionados particular, así es en Cuba y miren los resultados que hay en educación.
    También los salarios debiesen ser más gratificante,

    • soyeducadora dijo:

      Concuerdo contigo Karen, es necesario trabajar para que las educadoras sean escuchadas y sus opiniones tomadas en cuenta. Quienes más saben de educación son aquellos que trabajan día a día en la sala de clases!

  2. Paula Brito dijo:

    Me saco el sombrero por todo lo que entregan las Educadoras de Párvulos , es una vocación muy bella y de mucha entrega , desgastante. Soy madre de cuatro hijas, con las cuales disfrute mucho su infancia, creo que para estar en una sala de párvulos como educadora se necesita una vocación especial, mucha paciencia , creatividad, psicología, magia y una mirada muy pura hacia los niños porque son las primeras sembradoras junto con las madres de virtudes e ideales , muchas gracias por todo lo que entregan a nuestros niños ❤️❤️❤️

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